Por Molly MacGilbert, escritora y editora independiente que reside en Brooklyn.
Un grupo de cirujanos rodea a una víctima de un accidente de tránsito en un quirófano y realiza varias intervenciones de urgencia simultáneas. Algunos trabajan para controlar la hemorragia cerebral de la paciente. Otros se centran en salvar la vida de su feto. Mientras tanto, cantan colectivamente el éxito de 2005 de The Fray, How to Save a Life.[1]Esta es una escena del triste episodio musical de Grey~s Anatomy, el drama médico más largo de la historia de la televisión (la temporada 19 dio inicio a principios de octubre). La serie se toma sus libertades creativas, pero muchos de sus argumentos se basan en la medicina de la vida real.[1]
El "drama" médico siempre ha tenido demanda en el cine y la televisión. Un vistazo casual a los programas de televisión puede incluir Grey~s, Chicago Med, The Good Doctor y New Amsterdam. Todavía se pueden ver repeticiones de M*A*S*H, ER, House, Scrubs y otras. Ah, y General Hospital sigue transmitiéndose después de casi 60 años. En la mayoría de ellas, si no en todas, además de las docenas de otras que han ido y venido, los médicos ayudaron a garantizar la precisión entre bastidores.
Es posible que estos profesionales, conocidos como consultores médicos o asesores técnicos, no tengan el poder de eliminar las historias fantásticas, pero su comprobación de los hechos es crucial para la integridad de las escenas médicas. Los consultores ofrecen información sobre las afecciones médicas, la jerga médica, los equipos hospitalarios, las operaciones y la dinámica entre médicos y pacientes. Trabajan junto a guionistas y productores para garantizar que las escenas médicas y los argumentos de las películas y programas de televisión semejen a la realidad médica, en lugar de a una fantasía de Hollywood.
"La gente de verdad escucha a Meredith Grey, a veces más de lo que escucha a su médico real", expresó la Dra. Hope Jackson, cirujana que ha sido consultora de Grey~s Anatomy, "así que hay mucho poder y responsabilidad en eso".
Entrar en el negocio
Cuando estudiaba medicina en la George Washington University, la Dra. Jackson escuchó a la Dra. Zoanne Clack (exmédica del servicio de urgencias y, en aquel momento, guionista de Grey~s Anatomy) hablar en un congreso de la Student National Medical Association. La Dra. Jackson "se armó de valor" para pedirle a la Dra. Clack su información de contacto y preguntarle si había alguna oportunidad para que los estudiantes de medicina trabajaran en la serie. La respuesta de la Dra. Clack fue un amable no, junto con una invitación a "mantenerse en contacto".
Unos cinco años después, la Dra. Jackson era residente de cirugía y trabajaba a regañadientes con ratones de laboratorio. Decidió volver a ponerse en contacto con la Dra. Clack y esta vez recibió una respuesta prometedora. Seis semanas después, vivía en Los Ángeles y trabajaba en Grey~s Anatomy .
Para la Dra. Jackson y muchos otros, entrar en el mundo de la consultoría médica requiere una combinación de rechazos, años de paciencia y las direcciones de correo electrónico adecuadas en Hollywood. Para algunos, se trata de pura suerte.
Para el neurocirujano de columna Dr. Oren Gottfried, la entrada en el negocio se produjo a través de una llamada fría de un productor que necesitaba la perspectiva de un neurocirujano para un proyecto de televisión. Un trabajo llevó a otro. El Dr. Gottfried lleva más de 12 años trabajando en programas de televisión y aparece en IMDb con créditos en más de 200 episodios, incluidos The Good Doctor y Chicago Med.
A diferencia de los médicos de la televisión y de los actores que los interpretan, la consultoría médica no aporta casi nada de glamour ni gloria, y a menudo hay muy poco crédito, económico o de otro tipo, que obtener de ella.
Entonces, ¿por qué hacerlo? Puede ser una actividad complementaria interesante, por supuesto, y para algunos, los beneficios llegan de forma inesperada: "La primera vez que vi a un cirujano negro fue en Grey~s Anatomy", compartió la Dra. Jackson. "Creo que, inconscientemente, al ver a alguien que se parecía a mí en ese papel, no me pareció algo imposible".
El Dr. Gottfried anima a los aspirantes a consultores a buscar oportunidades de voluntariado. "Gran parte de lo que hice durante los primeros 6 años fue completamente voluntario y la mayoría de las veces, sin crédito", dijo. "Así que trabajé en una situación en la que simplemente lo disfruté, y es lo que hay que hacer. Quiero que la medicina parezca real. Quiero que sea aceptable incluso para los médicos y neurólogos y el personal asistencial".
Otra consultora, la Dra. Ashely Alker, especialista en medicina de urgencias, buscó el trabajo a través de redes e investigación. Habló con gente del sector, asistió a festivales de cine, hizo cursos en línea y escuchó pódcasts de guionistas. Una vez que empezó a encontrar oportunidades, llegaron más a través de recomendaciones de boca en boca. Recientemente ha trabajado en la serie limitada de Hulu The Act, en la película original de Netflix Purple Hearts y en la preproducción del proyecto de J. J. Abrams, Demimonde.
A pesar de los grandes nombres y los servicios de emisión, la Dra. Alker trabaja principalmente como voluntaria no remunerada. "Diría que 99% del trabajo lo hago gratis", reconoció. "Creo que gran parte del trabajo lo hacen gratis personas que están interesadas en la oportunidad de crear un mensaje positivo de salud pública".
Exactitud médica frente a dramatismo de Hollywood
En un estudio publicado en diciembre de 2021, los investigadores examinaron 60 episodios de Chicago Med, The Good Doctor, Grey~s Anatomy y The Resident que se emitieron entre noviembre de 2020 y mayo de 2021. Descubrieron que 35 de los episodios incluían argumentos relacionados con la pandemia de COVID-19.[2]
"Muchas veces, construyen la historia en torno a la medicina", apuntó la Dra. Jackson. "A veces empiezan con una noticia o un tema importante, como la COVID-19. Pero a menudo tengo que pensar: ~¿Qué tipo de historia quiero contar con el medicamento? ¿Y cómo se alinea con lo que ocurre con los personajes?~".
Algunos asesores trabajan en las salas de guionistas o en el plató (que puede estar en cualquier lugar, desde Los Ángeles a Atlanta o Toronto). Quienes ejercen la medicina a tiempo completo pueden hacer su trabajo de asesoramiento a tiempo parcial y a distancia, mediante llamadas telefónicas o videollamadas, como hacen el Dr. Gottfried, desde Carolina del Norte, y la Dra. Alker, desde Washington D. C. Parte de la labor de asesoramiento del Dr. Gottfried consiste en examinar estudios de casos para respaldar relatos médicos inusuales, aunque estos casos sean uno entre un millón. Otros trabajos de asesoramiento son menos prácticos: en el caso de Purple Hearts, a la Dra. Alker simplemente se le envió un guion terminado para que lo revisara y comprobara su exactitud.
Las escenas resultantes tienen un cierto grado de realismo médico, aunque ligeramente deformado por el cronometraje de Hollywood. Algunas escenas se lentifican para aumentar la tensión o el dramatismo. Por ejemplo, para potenciar la emoción de una escena, un paciente con un aneurisma roto puede estar sangrando en la pantalla durante más tiempo del que podría hacerlo en el mundo real. Por otra parte, las líneas temporales médicas tienden a acelerarse o a ocultarse parcialmente al público.
"Muchas cosas, en mi opinión, ocurren fuera de cámara", señaló el Dr. Gottfried. "En un episodio de 42 minutos, no van a poder mostrar todos los elementos de un proceso de enfermedad o de una intervención quirúrgica. Todo está en una línea temporal rápida".
En última instancia, los consultores técnicos buscan un equilibrio entre la precisión médica clínica y las libertades creativas. A menudo tienen que aceptar el hecho de que los que los que tienen más jerarquía, como los guionistas y productores asalariados, tienen la decisión final y, por lo general, darán prioridad al impacto emocional sobre la precisión técnica.
"No obtengo varios votos. Solo soy un individuo que defiende la medicina", anotó el Dr. Gottfried. "Pero ahora que lo he hecho durante tanto tiempo, también abogo por una buena narración. Si una historia médica es demasiado médica, se aleja gran parte del público que no entiende de medicina. Así que es una especie de acto de equilibrio".
El arte como educación
En 2020, un grupo de investigadores médicos de la Michigan State University vio 271 episodios de series hospitalarias, entre ellas episodios de ER, Grey~s Anatomy y House. Observaron más de 1.000 ejemplos de comportamiento poco profesional entre los profesionales de la salud, como palabras y acciones corruptas, racistas y poco compasivas.[3] Sin embargo, en otro estudio, publicado dos años antes, se encontró evidencia que indicaba que estos programas podrían aumentar la confianza de los espectadores en los profesionales de la salud.[4]
Muchos de estos programas tienen amplias implicaciones en las relaciones médico-paciente y en la concientización sobre la salud pública. Aunque la influencia de los consultores médicos puede ser limitada en las salas de guionistas, pueden ayudar a impulsar las representaciones de ficción para que afecten positivamente a las percepciones del mundo real.
"Muchas veces en la televisión se equivocan", observó la Dra. Alker. "La gente está inconsciente, pero no está intubada. La gente hace una reanimación cardiopulmonar incorrecta. Pero ahí está la oportunidad de educar en salud pública de forma pasiva. Si podemos hacerlo correctamente en la televisión, tal vez eso pueda enseñar algo a alguien. Y esa es la parte que realmente me apasiona: ser capaz de tomar el arte que alguien está creando y darle el fundamento científico que lo respalde".
Algunos de estas "actividades complementarias" van más allá de la actuación inicial en el mundo del espectáculo y se convierten en algo más grande e impactante.
La Dra. Alker graba la "mala medicina" de la televisión para utilizarla como ejemplo en sus seminarios de enseñanza en la George Washington University. Recientemente ha fundado Meaningful Media, una organización sin ánimo de lucro que aboga por la narración de historias con rigor científico.
El Dr. Gottfried también relaciona su trabajo de consultoría con la enseñanza. "Hago mucha labor de educación con mis pacientes en mi propia clínica, en el quirófano, enseñando a los residentes", comentó. "Siento que la televisión es solo una extensión, en la que intento llegar a un público más amplio".
Además de servir como trabajo educativo, el asesoramiento técnico voluntario puede conducir a oportunidades más influyentes en la redacción de guiones, la producción e incluso la actuación. Tanto el Dr. Gottfried como la Dra. Jackson han actuado en programas para los que han escrito: el Dr. Gottfried en un papel recurrente en Chicago Med y la Dra. Jackson en el final de la novena temporada de Grey~s Anatomy.
Ninguno de los dos va a dejar su trabajo diario todavía. "Tener la oportunidad de interpretar a un cirujano fue más difícil que ser cirujano en la vida real", expresó la Dra. Jackson. "¡No podía entender cómo funcionaba el bisturí de truco!".