Reflexión sobre una problemática extendida.
Cada año a principios de enero se realiza en México una campaña llamada Compartiendo esfuerzos y se resalta la importancia que tiene la necesidad de la participación del profesional dentro del alcoholismo.

No todos los consumos derivan en enfermedad. Prácticamente todas las personas hemos consumido (particularmente los mayores de edad) una gran cantidad de alcohol en nuestra vida; se dice que en México cada persona consume aproximadamente 4 litros al año.

El consumo excesivo de alcohol afecta directamente la función cerebral y muchos sistemas químicos cerebrales, así como los sistemas hormonales y estos estarán involucrados directamente en nuestro desarrollo, por lo que la prevención es importante, sobre todo en edades relacionadas al desarrollo.

El alcoholismo se puede manifestar en diferentes formas entre diversos signos dentro del contexto de la salud mental, pero no exclusivamente. También aparece una gran cantidad de síntomas que pueden no estar relacionados directamente con el alcohol. Para esto es importante identificar qué tan frecuentemente se usa, cuándo fue la última vez que se ingirió alcohol y la vulnerabilidad de los pacientes.

De manera particular, es importante aclarar que el alcohol es una sustancia con efecto farmacológico y a este efecto se suman los factores de estrés potenciales que dieron origen o que vienen como consecuencia del consumo y muchos de estos ocurren por síntomas de ansiedad, por afecciones psiquiátricas previas que probablemente puedan integrar un diagnóstico psiquiátrico específico, pero que favorecen el consumo de alcohol.

También es importante considerar aquellas afecciones secundarias al consumo de alcohol, pero que no son biológicas, sino sociales, como problemas legales o financieros o psicológicas, como afección a las relaciones interpersonales debidas al consumo; estas afecciones pueden sumar tristeza, desesperación/desesperanza o ansiedad a lo que previamente había producido el consumo de alcohol, que es uno de los factores principales de riesgo de discapacidad en nuestro país.

Es la droga que más genera dependencia y su consumo está relacionado con alto número de trastornos (se dice que está relacionado con más de 200 afecciones y enfermedades), pero por donde sea que busquemos, el consumo de alcohol resulta en una gran cantidad de problemas asociados con pérdida de años de vida saludables, así como de daños sociales, mentales y emocionales.

En nuestro país uno de los puntos más particulares radica en que el consumo más frecuente y grave es el excesivo, el consumo de forma impulsiva (se consume en grandes cantidades por periodos cortos); muchas personas escucharán esto y pensarán que el llamado consumo de fin de semana no es de riesgo, sin embargo, afecta en múltiples esferas.

Setenta y uno por ciento de las personas de nuestra población ha consumido alcohol al menos una vez en la vida y 33% lo ha hecho dentro del último año, 53% lo consumió por primera vez antes de los 17 años y 41% entre los 18 y los 25 años Igualmente, el alcoholismo no es un problema de gente joven.

Existe una gran cantidad de herramientas que requieren realizar una siguiente cápsula para saber cómo abordar algunos de estos procesos de alcoholismo.

Por el Dr. José Javier Mendoza Velásquez, para Medscape en español.